En un giro inesperado en su carrera diplomática, el ex embajador de Estados Unidos, Víctor Manuel Rocha, fue sentenciado el viernes a 15 años de prisión tras declararse culpable de actuar como agente encubierto del régimen cubano. La condena, dictada en Miami, también incluye tres años de libertad supervisada y una multa de 500.000 dólares.
Durante la audiencia, Rocha, de 73 años, expresó su arrepentimiento por las acciones realizadas a lo largo de dos décadas en el Departamento de Estado, período durante el cual violó su juramento de lealtad a los Estados Unidos.
La jueza federal Beth Bloom rechazó inicialmente un acuerdo de culpabilidad propuesto por considerar que la víctima de las acciones de Rocha no era solo el gobierno estadounidense. Además, instruyó la revocación de la naturalización estadounidense de Rocha, resaltando la gravedad de sus actos. El fiscal general Merrick B. Garland enfatizó la magnitud de la traición de Rocha, quien se infiltró en altos niveles del gobierno estadounidense durante más de 40 años, proporcionando información sensible a Cuba.
El caso de Rocha ha suscitado fuertes reacciones entre la comunidad del exilio cubano en Miami, quienes se congregaron frente al tribunal para exigir la máxima pena para el ex diplomático. El influencer cubano Alexander Otaola y otros activistas subrayaron la importancia de una sentencia que refleje la gravedad de los crímenes cometidos por Rocha, acusándolo de traicionar tanto a Estados Unidos como al pueblo cubano. Además, Rocha enfrenta una demanda civil por su presunta complicidad en el asesinato del disidente cubano Oswaldo Payá en 2012, lo que añade otra capa de complejidad y gravedad a su caso.
Con información de Martí Noticias
